Herir sensibilidades
Herir sensibilidades
A principios de Noviembre del año pasado se celebró el Observatori 2005, el 6º Festival Internacional de Investigación Artística de Valencia. La imagen que encabeza este texto era su cartel de presentación, diseñado por Vasava. Se había colgado en farolas y marquesinas de toda la ciudad. Pero el día anterior a que comenzara el Festival, el gobierno autonómico, dirigido por el Partido Popular, censuró el cartel e hizo que se retirara porque "puede resultar ofensiva y herir diversas sensibilidades", en palabras de la secretaria autonómica de Cultura, Concha Gómez, y la secretaria autonómica de Relaciones con el Estado y Comunicación, Paula Sánchez de León. Según contó El País en la edición de la Comunidad Valenciana, algunos sectores de la Iglesia se habían quejado al gobierno presidido por Francisco Camps por la aparición de un crucifijo en el cartel del Observatori, cuya temática principal en su sexta edición giraba en torno a los "símbolos".
Estos días todo el mundo opina y se posiciona ante la publicación en un diario danés de unas viñetas en las que aparece Mahoma manejando armas y bombas. Unas viñetas que, por otra parte, casi nadie ha visto. Y con este tema, al Partido Popular le ha faltado tiempo para hacer oposición al gobierno de Zapatero. Mariano Rajoy compareció ante los medios de comunicación y se solidarizó “con todos aquellos que ejercen la libertad de expresión, aunque lo que escriban y digan no me guste”. Lo podemos leer en la página web del PP. Rajoy también aseguró que “todas estas cosas que dice el presidente del Gobierno de la Alianza de Civilizaciones están muy bien, pero debiera tener en cuenta alguna de las cosas que se están produciendo. Hay cosas que no nos gustan, pero la libertad de expresión es un valor que aquí en Occidente hay que preservar”.
¿Dónde estaba la solidaridad del Partido Popular con los artistas del Observatori 2005 que ejercieron su libertad de expresión con ese cartel, aunque lo que decían no les gustase? ¿Dónde estaba esa preocupación por preservar los valores de Occidente ante las posturas intransigentes de la Iglesia Católica? Parece que la opinión de los obispos, o la moral de los dirigentes del PP, era más importante. Para el PP el crucifijo hería sensibilidades, pero las viñetas no. Para el PP había que tener en cuenta lo que pensaba la Iglesia Católica, pero no a los religiosos musulmanes. Doble moral, dos varas de medir. Ojalá llegue el día en el que ni unas viñetas ni un cartel sean objeto de polémica por herir sensibilidades religiosas. Ojalá ese día fuera hoy.