miércoles, diciembre 28, 2005

Años Nuevos


Años Nuevos

-Hoy empieza Año Nuevo, ¿sabes? -suspiraba ella, vehemente, anhelosa, menos embriagada con la realidad que embebecida en la esperanza-. Año nuevo, vida nueva... ¿Verdad que sí?¿Verdad que no volverán días como esos del año pasado, tan largos, tan fríos, tan horrorosos? ¡Ese año maldito tuvo lo menos dieciocho meses! ¡Anda, dime que no volverán!... Vida nueva...

-¡Vida nueva! -repitió él, festivamente, ayudando, con gentil desmaña, a desceñir el elegante corselete de terciopelo rosa que rodeaba el talle de su mujer...

A la mañana siguiente, Ángela despertó antes que la doncella abriese las maderas: ardía aún la lamparilla tras los vidrios de colores que protegían su luz, y en tibio ambiente quedaban indefinibles rastros de la emoción, de la ventura pasada. Ángela miró a su alrededor; se vio sola; y seria, reflexiva, sacudiendo el sueño, se incorporó sobre el codo. «Unas horas felices, sí; ¡pero después!... Él se reía; ¡cómo se reía con aquello de vida nueva!... ¡Pobre de mí! No hay que soñar... Hoy empieza un año que será lo mismo que el otro... Hice mal en estar tan cariñosa... ¡Bah! Si el caso volviera a presentarse..., ¡estaría lo mismo! Año nuevo, ¡embustero!, me has engañado.

Extraído de Vida nueva, de Emilia Pardo Bazán.
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- En el comedor habíamos quedado cuatro convidados, a más de Minna, la hija del dueño de casa; el periodista Riquet, el abate Pureau, recién enviado por Hirch, el doctor y yo. A lo lejos oíamos en la alegría de los salones la palabrería usual de la hora primera del año nuevo: Happy new year! Happy new year! ¡Feliz año nuevo!

El doctor continuó:

- ¿Quién es el sabio que se atreve a decir esto es así? Nada se sabe. Ignoramus et ignorabimus. ¿Quién conoce a punto fijo la noción del tiempo? ¿Quién sabe con seguridad lo que es el espacio? Va la ciencia a tanteo, caminando como una ciega, y juzga a veces que ha vencido cuando logra advertir un vago reflejo de la luz verdadera. Nadie ha podido desprender de su círculo uniforme la culebra simbólica.

Extraído de El caso de la señorita Amelia, de Rubén Darío.
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Érase una vez un muñequito de nieve y los niños de la casa le estuvieron poniendo las cosas como la bufanda y los botones de ojo y la zanahoria de nariz. Y cuando llega la primavera el muñeco de nieve se detruyó.

Escrito por Irene, alumna de 1ºB del C.P. Princesa Sofía de Minglanilla (Cuenca).
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Pero en el ángulo de la casa, la fría madrugada descubrió a la chiquilla, rojas las mejillas, y la boca sonriente... Muerta, muerta de frío en la última noche del Año Viejo. La primera mañana del Nuevo Año iluminó el pequeño cadáver, sentado, con sus fósforos, un paquetito de los cuales aparecía consumido casi del todo. "¡Quiso calentarse!", dijo la gente. Pero nadie supo las maravillas que había visto, ni el esplendor con que, en compañía de su anciana abuelita, había subido a la gloria del Año Nuevo.

Extraído de La niña de los fósforos, de Hans Christian Andersen.
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Navidad tardó en llegar. Me regalaron dos mallas iguales, dos remeras y un gorro para la playa. Y ningún autito nuevo. Yo pensé que me iban a regalar un autito de carrera para la arena, que era lo que más necesitaba; pero yo ya me había enterado en el colegio que el de los regalos no era Papá Noel, sino los parientes. Entonces tenía que mostrarme contento con esos regalos que me habían dado. Para mí esos no eran regalos, porque igual alguien me compraba esas cosas. Me acuerdo que mi mamá, cuando yo era más chico, siempre me llevaba a comprar esas cosas.

Salimos en el auto de mi tío al día siguiente de la noche de Año Nuevo, justo cuando habían salido todos los otros que iban de vacaciones a las playas, porque "la ruta estaba imposible", decía mi tía, que siempre le echaba la culpa a mi tío por el tráfico, por el calor, por todo.

Extraído de 22 cuentos asimétricos más una historia de amor a mi manera, de Martín Coria.
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La del 31 de diciembre de 1958 fue una noche como otra cualquiera en el Tropicana. Bajo la mirada de águila de su propietario, Martin Fox, los empleados del club daban la bienvenida a hombres y mujeres elegantemente vestidos que caminaban desde los Cadillacs hacia el cabaret de moda. Enseguida, la pista de baile bajo las estrellas se transformó en un escenario y comenzó el espectáculo. La noche de fin de año se festejó con el compás de un mambo entre el sonido de los corchos del champán y un chisporroteante número de baile interpretado por las fabulosas chicas del Tropicana. Pero en ese preciso instante, el dictador Fulgencio Batista estaba embarcando en un avión, dejando la isla a la guerrilla de Fidel Castro.

Extraído de Tropicana Nights, de Rosa Lowinger y Ofelia Fox.

sábado, diciembre 24, 2005

Bromas

Bromas

Dos bromas han llenado las páginas de los periódicos y las ondas radiofónicas en la semana laboral que mañana acabamos. Bromas previas al periodo navideño, esas dos semanas que van desde hoy hasta el 8 de enero y en las que, según la DGT, se producirán de 17 millones de viajes en carretera (mucho cuidado). A pesar de que todavía no han empezado los empachos y las abuelas no nos han obligado a comer por encima de nuestra capacidad, estas bromas han conseguido que a más de uno se nos corte la digestión.

La primera broma tiene como víctima a Rosario, una mujer de 51 años que, según cuenta
ayer El País, fue secretaria de directivos de altas empresas en Barcelona. Vivió en un piso lujoso con su marido y su única hija, y su ascenso económico lo acompañó con una lista excesiva de excesos con las drogas. Esa lista trajo la separación de su marido primero, la de su hija después y la de su madre en último lugar. Tras varios intentos de desintoxicación acabó mendigando en bares y mercados y durmiendo al aire libre. Con la llegada del frío, Charito (así la llamaban sus conocidos) comenzó a dormir en un cajero automático de La Caixa, entidad donde, casualmente, había trabajado como seretaria. El martes pasado fue la protagonista de la crónica negra de los informativos.

Los bromistas son Vader, el Txapa y Jumero. Así les llamaban en el cibercafé donde se veían, en el barrio de Sant Gervasi de Barcelona. Los dos primeros tienen 18 años y el tercero, tiene 16. Sus conocidos han hablado de ellos con la policía y con una periodista de El Periódico de Catalunya, que lo cuenta en su edición de
ayer. Sus vidas son algo distintas, aunque de lo que dicen de ellos se puede saber que el peor era Ricard Pinilla, Vader, que en algún momento de su vida llevó una esvástica cosida en su cazadora, al que le gustaba la “música que bailan los nazis” y cuyos padres tenían “mucho dinero”. Oriol Plana, el Txapa, vivía desde hace más de un año en Zaragoza y cada vez que iba a Barcelona se juntaba con Vader para ir a la avenida Diagonal o a la plaza de Molina y mear en la cara de algún mendigo que dormía allí; o para darle una paliza a algún subsahariano que se cruzara con ellos. Al parecer les gustaba tanto y se lo pasaban tan bien que lo grababan con sus teléfonos móviles de última generación y les enviaban los videos a sus colegas (que a esta hora deben estar borrándolos a toda prisa). El viernes 16 de diciembre, hace una semana, a la una de la madrugada, Vader y el Txapa le dieron una paliza a Rosario en el cajero donde dormía y se marcharon. A las tres horas, Jumero, el más pequeño de los tres, llamó a la puerta del cajero. Rosario había cerrado con pestillo. Al ver que el que llamaba no era ninguno de los agresores de antes, le dejó pasar. En ese momento, entraron los otros dos, le tiraron por encima un bote de disolvente que habían robado en una obra y la quemaron viva. Dice el abogado defensor de los homicidas que la lata de disolvente no debería haber estado al alcance de los agresores, que Rosario les insultó, que volvieron al cajero a sacar dinero porque se lo habían gastado en unas rondas de chupitos de absenta y que todo pretendía ser “una broma”. Afortunadamente para la investigación judicial, el asesinato está grabado por la cámara de seguridad del cajero.

La segunda broma tiene como víctima a Evo. Cuando Evo era
niño mascaba las cáscaras de naranja que tiraban los pasajeros de los autobuses. Miembro de una familia campesina de Bolivia, cuatro de sus seis hermanos murieron. Su familia se mudó varias veces en busca de trabajo mientras Evo comenzó a conocer la realidad de los trabajadores indígenas. Él es de la etnia aymara. En los 80, durante la dictadura de García Meza, quemaron vivo a un compañero de sindicato que Evo conocía. Así, comenzó a interesarse por la defensa de los derechos de los trabajadores de la hoja de coca y de los indígenas de su país. En 1997 fue elegido diputado y en 2002 estuvo a punto de ganar las elecciones a la presidencia. El pasado domingo lo consiguió como líder del Movimiento al Socialismo con el 54% de los votos y se ha convertido en el primer indígena que es presidente de Bolivia. De momento, no ha cambiado su discurso. De la entrevista publicada por El País el pasado miércoles podemos deducir algunas líneas políticas que seguirá su gobierno:

P. ¿Piensa continuar con los acuerdos de erradicación de los cultivos de hoja de coca?

R. Queremos convocar al Gobierno de EE UU para lograr un narcotráfico cero, pero no va a haber coca cero. Una cosa es la hoja de coca, otra cosa es la cocaína. La coca es parte de nuestra cultura. Haremos un estudio del mercado legal de la hoja de coca para acordar los cultivos con los campesinos. La lucha contra el narcotráfico tiene que ser efectiva, y no una excusa para que EE UU controle nuestros países e instale bases o envíe uniformados con armas, como hay en el Chapare. Eso debe acabar. Queremos que EE UU respete la autodeterminación de los pueblos latinoamericanos. (...)

P. ¿En qué situación quedarán las petroleras que invirtieron?

R. Necesitamos sus servicios para explorar y perforar. Se les pagará por ello. No les expropiaremos sus bienes. Se garantiza seguridad jurídica, recuperación de inversión y obtención de ganancias. Pero el Estado debe controlar la cadena de producción y comercialización.

P. ¿Confía en Hugo Chávez?

R. Lo respeto y admiro muchísimo. Lucha junto a su pueblo por la dignidad, la soberanía, los recursos naturales. Cuando un líder defiende a su pueblo, y ésa es mi experiencia, un pueblo defiende a su líder. Es el caso de Chávez. (...)


Hacia el final de la entrevista, realizada por Maite Rico, podemos leer:

P. Hablando de España, tengo entendido que ha recibido una invitación del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

R. Sí, hace un momento recibí una llamada de Zapatero, muy complacido con nuestro triunfo. Lo invité a la transmisión de mando, y él me invitó lo antes posible, y me dijo que va a instruir a su canciller para la visita a España. Tenemos muchas ganas de conversar. Éste es un apoyo.

Y aquí entran los bromistas de la segunda broma de la semana. Fernando Etxeverría, Óscar Blanco y David Miner forman
El Grupo Risa, un colectivo de humoristas que intervienen en el programa La Mañana, que Federico Jiménez Losantos dirige en la COPE. Aunque ellos dicen que su web no tiene nada que ver con la cadena de los obispos, en la web del programa de Losantos hay un espacio reservado para sus bromas. En esa sección, el pasado miércoles, emitieron una llamada en la que uno de los humoristas se hacía pasar por Rodríguez Zapatero y felicitaba a Evo Morales por su victoria en las elecciones bolivianas. En la llamada, el imitador trataba de burlarse de la política de Zapatero y “tentaba” a Morales para que “entrara al trapo”, despotricara de EE.UU y alabara a Castro y a Chávez. Sin embargo, el dirigente boliviano se mostró bastante prudente y, aun no sabiendo que era una llamada falsa, evitó entrar en el juego (de hecho, fue el propio Morales el que toma la iniciativa para finalizar la llamada). La credibilidad que le dio Morales a la conversación y los desmentidos de Moncloa crearon una confusión entre ambos gobiernos.

Lejos de quedarse ahí la broma, y como era de esperar, al conocerse que la llamada fue falsa, el gobierno de Bolivia pidió explicaciones al de España, que se disculpó y pidió a la COPE y a la Iglesia que hiciera lo propio. La COPE distribuyó un fax “insuficiente” para la embajada boliviana en España, mientras que ayer, el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, se disculpó en privado con el gobierno español diciendo que la broma era “inaceptable”. Una disculpa que hizo pública Fernando Moraleda, Secretario de Estado de Comunicación (filtración que ha creado
malestar en la Iglesia). Finalmente, ayer, los obispos han hecho público un comunicado en el que dicen que se han vulnerado los estatutos de la cadena y se responsabilizan de lo sucedido. El gobierno de Bolivia ha aceptado las disculpas y tras la lectura de un comunicado en el informativo del mediodía de la COPE, el ejecutivo español ha dado por zanjada la polémica. Aunque los bromistas siguen en su puesto y con su espacio intacto.

Son dos bromas, las sufridas por una indigente de Barcelona y un presidente de Bolivia que, a diferentes escalas, demuestran la lamentable idea que tienen algunos de lo que es el humor, lo que es gracioso y lo que no lo es. Las típicas personas que se envalentonan en el momento sin pararse a pensar en las consecuencias de lo que hacen. Emilio Martínez Lázaro, director y guinista de cine, decía ayer en la prensa que “Lo más terrible es contar un chiste y que no se ría nadie”. Los niñatos de Barcelona y los graciosillos de la COPE se han lucido esta semana.


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El Nóbel y el nadie

La historia pasada está patas ariba porque la realidad presenta anda cabeza abajo. Y no sólo al sur de América: también al norte.

¿Quién no conoce, en los Estados Unidos, a Teddy Roosvelt? Este héroe nacional predicó la guerra, y la practicó contra los débiles: la guerra, proclamaba Roosvelt, purifica el alma y mejora la raza. Por tanto, recibió el Premio Nóbel de la Paz.

En cambio, ¿quién conoce, en los Estados Unidos, a Charles Drew? No es que la historia lo haya olvidado: simplemente nunca lo conoció. Sin embargo, este científico salvó muchos millones de vidas humanas, desde que sus investigaciones hicieron posible la conservación y transfusión del plasma. Drew era director de la Cruz Roja en los Estados Unidos. En 1942, la Cruz Roja prohibió la transfusión de sangre de negros. Entonces Drew renunció. Drew era negro.

[Extraído del libro
“Ser como ellos y otros artículos”, de Eduardo Galeano]

sábado, diciembre 17, 2005

Ciudades-libro


Ciudades-libro

Esta mañana, mejor dicho: este mediodía, he bajado a comprar el periódico y a leérmelo en un bar. A pesar del frío, el cielo estaba muy soleado y la gente del barrio había salido a pasear. El Greco es un bar bastante curioso situado en el cruce de las calles Rodríguez San Pedro y Blasco de Garay. Tiene una decoración antigua, con aires de café tertulia, pero nada forzada. Como si el tiempo hubiera dibujado así el local de forma natural. La parroquia de El Greco es algo distinta a la de los bares de la zona. A parte de la gente mayor, denominador común en el barrio, por este bar se pasan también estudiantes, jóvenes y parejas con niños pequeños. Al entrar se percibía una mezcla de todo, con un concierto de Franz Ferdinand en una televisión de plasma colocada en una plataforma que se había quedado grande con el cambio de televisor.

Allí, mientras la mayoría bebía cañas y bitter kas, pedí un café y me leí el periódico. Estaba leyendo un artículo de opinión de un tal Jordi Gracia que decía:

“(...) el neofranquismo de Pío Moa está propiciando una nostalgia de las viejas banderas de la izquierda en historiadores profesionales, en articulistas sensatos urgidos de dar respuesta rápida y actual a la irresponsabilidad de profesionales de la propaganda en su sentido duro, el de la propaganda como mercado de la mentira, la propaganda política como maniobra de disolución de la verdad. Existe la tentación de pensar que los neofranquistas de la cuerda de Pío Moa o de César Vidal necesitan un escarmiento (...) Las banderías reaparecen para dejar yermo el espacio de la inteligencia, que no puede conformarse con esa mendacidad interpretativa, porque la inteligencia no maneja banderías. (...)”

Y en ese momento, oigo: “oye, chico”. Levanto la vista y una chica me ofrece un ejemplar del
De Verdad (órgano de expresión de la Unificación Comunista de España). La frase que usaba para venderlo, y que me dijo en cuanto la miré, era: “Contra el estatut”. Hace un tiempo oí cómo lo vendían en la boca del metro diciendo: “Contra Arzallus”. No me gustó el reclamo y decliné la oferta agradeciéndosela.

Seguí leyendo. Cuando acabé eran las dos de la tarde y el bar, al contrario de lo que pudiera parecer, estaba más lleno que antes. Me había guardado los suplementos para leerlos en un parque que hay cerca. Se llama Jardines del Concejal Alejandro Muñoz Revenga, pero viene a ser una plaza ajardinada pequeña (0,28 hectáreas,
según el Ayuntamiento de Madrid) y adosada a una iglesia bastante grande, la del Cristo de la Victoria (¿qué victoria será?). En la plaza, la gente, una veintena de personas, se repartía estratégicamente entre los bancos colocados en la zona donde daba el sol.

En el centro, en un espacio con una fuente y césped, se concentraban las palomas, que daban paseos intermitentes por el resto de la plaza. No me gustan las palomas. Una mañana, en una casa en la que vivía hace un par de años, se coló una paloma en el salón, al que daba mi habitación. Me levanté por los golpes que se daba el animal al intentar salir por la puerta de la terraza, que estaba cerrada. Cuando abrí la puerta de mi habitación y la vi, no pude salir. Y no lo hice hasta dos horas después, cuando mi compañero de piso se levantó, abrió la puerta y la sacó. En un documental escuché que, en las ciudades, las palomas son las ratas del cielo, y que pueden transmitir enfermedades. En el parque había una de ellas que perseguía a otra mientras se erguía y levantaba la cabeza alargando el cuello y batiendo las alas. La perseguida no le hacía caso. Tras unos minutos de observación, intuí que la primera no era paloma sino palomo.

Un par de niñas, hermanas, pasaron con sus minibicicletas por delante de las palomas y las espantaron. Eran madrileñas de Guayaquil... o de Quito.... Sus padres las vigilaban para que no se fueran lejos al tiempo que les hacían fotos con una cámara digital.

Cerca del banco donde estaban los padres había uno con un par de vagabundos sentados. Uno de ellos ayudaba al otro a levantarse, casi obligándolo. Lo rodeó con el brazo y comenzaron a andar hacia un extremo de la plaza. El ayudado se tambaleaba y parecía que se fuera a caer. Cuando llegaron a un rincón formado por unas casetas de electricidad o de ventilación, el borracho se agachó, no sin dificultad, para hacer sus necesidades. Para intentar ocultarlo, su amigo se apoyó en una pared mirando hacia el centro de la plaza. Mientras el vagabundo cagaba, a 15 metros, las niñas de las bicis jugaban con su madre en una zona de columpios que forma parte del parque.

A la plaza acababa de llegar un anciano en silla de ruedas, acompañado por una señora mayor y una joven asiática que cuidaban de él. Se sentaron en un banco al sol, como si fuera el tratamiento recomendado para el paciente. El anciano llevaba una manta de cuadros en el regazo y la joven, sonriente, le sonaba los mocos.

El indigente que había acompañado a su amigo lo abandonó por un instante. Caminó hacia el banco contiguo al que ocupaban y despertó a otro indigente, que aprovechaba como reposacabezas el apoyadero que el Ayuntamiento había puesto en el centro de algunos bancos para evitar que la gente se tumbara. Los dos volvieron al rincón a por su amigo. Mientras uno sujetaba al borracho, el otro le abrochaba los pantalones y le bajaba los faldones de la chaqueta para que no se enfriara. Entre los dos, lo devolvieron al banco, donde rescataron de una bolsa una botella de plástico y comenzaron a bebérsela mientras uno de ellos repartía cigarrillos.

A tres bancos de este grupo había una vecina que paseaba a su perro, de color marrón, que mordía la correa que llevaba amarrada al cuello. Y en el banco de al lado, un abuelo leía el periódico y se fumaba el cigarro que su mujer, su médico, el Estado, o su propio sentido común le decían que no fumase. En el informativo local de la radio, que estaba escuchando por los cascos, decían que esta noche The Strokes actuaban, por sorpresa, en la Sala El Sol. Me hizo gracia, que un grupo como The Strokes hiciera conciertos así: anunciándolos con dos días de antelación.

De repente noté frío en los pies. El sol empezaba a ocultarse detrás de un edificio y la sombra había llegado a la altura de mis zapatillas. Unas inspectoras del Servicio de Estacionamiento Regulado, las que vigilan si has pagado por aparcar en la zona verde o azul, habían acabado de comerse un bocadillo y se marchaban. En menos de cinco minutos el sol ya no tocaba ninguna parte de mi cuerpo y decidí marcharme yo también. Eran las tres de la tarde. En la radio hablaban del cheque británico. Mientras me alejaba, me pregunté si alguien de los que estábamos allí seguía la polémica sobre los presupuestos europeos, si nos interesaba, si nos debía interesar, en qué nos afectaba, si nos afectaba, de qué forma a cada uno...

Encaré la calle Calvo Asensio. En la parte de arriba, está uno de los locales de copas de la zona más conocidos: el
Supersonic. Un repartidor de Coca-Cola entraba cargado de cajas para que los camareros no tuvieran problemas de abastecimiento en unas horas. En la pared del local, en la calle, alguien pintó hace tiempo: “El polvo de la calle son las cenizas de tu alma”. Seguí caminando hasta casa.

Cuando llegué encendí el ordenador, donde todavía sigo. Recordando una frase de una canción de Quintín Cabrera que oí el otro día en un programa de Radio 3: “las ciudades son libros que se leen con los pies”.
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Les barbaritats de la COPE: Rubalcaba

“Lo de aquí fue lo más parecido a un golpe de Estado postmoderno firmado por producciones Rubalcaba”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (12/07/2005).

“Al lado de Rubalcaba, la serpiente del paraíso era un gusanito inocente”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (22/06/2005).
Nota: Después de que Rubalcaba dijera que no condenaba a ETA por su tregua.

“Me gustaría saber si Rubalcaba ha dicho l verdad alguna vez, quizá de niño, porque sólo le hemos visto mentir y cargarse la educación pública y la higiene mental”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (12/07/2005).

“Y Zapatero lo que ha decidido es que los españoles no nos enteremos de quién dio la orden de matar el 11 de marzo, quizás porque lo supo él antes que nadie”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (30/03/2005).
Nota: Respecto al hecho de que el PSOE investiga poco la autoría de los atentados del 11-M.

[Extraído de
“Les barbaritats de la COPE”, Álvaro Vioque, Ed. Ara Llibres, Barcelona 2005]

jueves, diciembre 15, 2005

¿Está Eduardo? II


¿Está Eduardo? II

El impacto de la lectura de la conversación telefónica de Eduardo Zaplana con Salvador Palop, que leímos en el anterior texto publicado en Entrelíneas, nos planteó unas preguntas necesarias para entender la película. ¿Quién era Zaplana? ¿Y Salvador Palop? ¿Qué consecuencias tuvo esta conversación? Vamos con ellas.

Quién era Zaplana

¿Quién era Zaplana el 11 de febrero de 1990? Pues, aunque parezca imposible, es difícil saberlo. Comenzó en política en la UCD en 1977, formación que abandonó en 1982. En eso, todos están de acuerdo. Pero paremos un momento. Un amigo me recomienda que pensemos en las fechas. 1977: primeras elecciones, y dos años depués otras; es decir: Zaplana ve posibilidades de pillar un trozo del pastel y se afilia a UCD. 1982: elecciones generales que gana el PSOE, derrota electoral de UCD, que pierde el poder; es decir: el caballo de Zaplana no es el ganador, ve pocas expectativas de pillar parte del pastel y se desvincula de UCD. Son especulaciones.

¿Y después? Aquí no está muy claro. Según la
biografía que publica la página web del Partido Popular, “[Zaplana] Estuvo dedicado a la política activa en Unión de Centro Democrático (UCD) desde 1977 hasta 1982. (...) Tras la desaparición de UCD ejerció como abogado y mantuvo contactos con movimientos políticos liberales”. La UCD desapareció en 1983. Así que la web se contradice. Si Zaplana abandona la UCD en 1982, apoyaría la teoría malpensante que sosteníamos arriba (abandona el caballa ganador). Hay otras biografías -no autorizadas-, que ponen en duda el trabajo de Zaplana como abogado asesor de empresas al no conocerse datos que lo avale.

Y llegamos al momento de la conversación. Es febrero de 1990. Unos meses más tarde el abogado asesor de empresas sería nombrado Presidente Provincial del PP (lo comenta en la conversación -y le ofrece a Palop favores políticos-). A partir de aquí la carrera es meteórica: alcaldía de Benidorm, Presidente de la Generalitat, etc...

¿Y quién era Salvador Palop?

Salvador Palop volvió a estar de
actualidad en julio del año pasado porque es el presidente de una empresa que se está beneficiando constantemente de la adjudicación de la organización de eventos por parte del Ayuntamiento de Benidorm (Zaplana, exalcalde). En el momento de la conversación, Salvador Palop era concejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia. Un hermano suyo estaba siendo investigado por tráfico de drogas, así que, en el transcurso de esa investigación, se decidió pinchar el teléfono de Salvador Palop. Palop hablaba habitualmente con Ángel Sanchis (diputado del PP), Arturo Moreno (vicesecretario general del PP para asuntos electorales), Eduardo Zaplana (que, como hemos dicho, sería nombrado presidente del PP de Alicante), José Luis Olivas (concejal del PP en el Ayuntamiento de Valencia entonces); también se grabaron conversaciones con Luis Janini (delegado en Valencia de 'Dragados y Construcciones'), José Balaguer (director-gerente de 'ETRA'), Carlos Bonet (delegado en Valencia de 'Huerta y Cia.'), Francisco Javier Domínguez (arquitecto municipal de Cullera). Así que Palop no traficaba con drogas, pero sí participaba en una red ilegal de financiación a favor del Partido Popular.

¿Qué consecuencias tuvo la conversación?

Así, de casualidad, se abrió la investigación que derivaría en el llamado “Caso Naseiro”. El negocio que buscaba Palop (y el resto de implicados) era conceder licencias a empresas de la construcción a cambio de comisiones, que irían destinadas a la financiación del Partido Popular. Según un artículo del portal de información alternativa Nuncamas.net, algunos de los implicados desviaban parte de ese dinero, destinado al partido, a su propio bolsillo. En abril de 1990, el juez Luis Manglano ordenó la detención de Rosendo Naseiro, Salvador Palop, el arquitecto de Cullera Javier Domínguez, y los empresarios Luis Janini, José Balaguer y Carlos Bonet. Como entre los implicados podía haber un diputado del PP (Ángel Sanchos), que es aforado (que que goza de unas competencias jurisdiccionales especiales por ser diputado), el juez decidió enviar el caso al Tribunal Supremo. El fiscal del Supremo consideró los hechos constitutivos de un delito de cohecho en grado de conspiración, por lo que pidió 3 meses de cárcel y 9 años de inhabilitación para Palop y Sanchís, y 3 meses de cárcel y 4 años de inhabilitación para Naseiro.

¿Qué pasó al final?

En julio de 1990, el Tribunal Supremo desestimó las conversaciones grabadas como pruebas de cargo ya que entendió que las grabaciones habían vulnerado el derecho a la intimidad de los acusados. Días después, al no haber prueba, se retiraron los cargos y nadie tuvo que pagar nada ante la justicia. La trascripción de algunas de las conversaciones se pueden leer
aquí. Sin embargo, en el PP (que presidía José María Aznar desde hacía 8 meses) se encargó un informe interno, que redactaría un joven Alberto Ruiz Gallardón. La versión oficial de ese informe resta importancia a los hechos, que los considera privados de algunas personas y no relacionados con la actividad del Partido Popular. Además, se asegura que la policía judicial, el juez, el fiscal del caso y el fiscal jefe de Valencia cometieron graves irregularidades, y recomienda que el Partido Popular pida responsabilidades por dañar la imagen y el buen nombre del partido. En este informe se dice de Eduardo Zaplana: "En la conversación transcrita entre Palop y Eduardo Zaplana surge una relación económica y privada y no relacionada con el Partido Popular". Se olvidan de la parte en la que Zaplana dice: “Bueno, oye, si no sales diputado y soy presidente por Valencia te haré diputado por Alicante”. En fin.

A parte de este documento, que se hizo público, parece claro que existió un informe interno, sólo accesible para algunos miembros del PP, que fue retocado para dar la versión oficial. En este informe, que llegó a la
prensa, Gallardón pedía la expulsión de Zaplana, Ángel Sanchis y Salvador Palop. Pero nadié pago ni un euro de su bolsillo, ni un minuto de su tiempo en la cárcel.

Escribe Manuel Vicent en un artículo titulado
“Eduardo Zaplana, vuelo sin motor”: “Probablemente Eduardo Zaplana no cree que exista un problema en este mundo que no pueda arreglarse con dinero. Tiene un instinto básico para detectar ese botón que cada persona esconde en un lugar secreto del cuerpo y que, si lo aprietas bien, se le colocan en la frente parejos los tres limones, como en una máquina tragaperras, y te suelta por la bragueta todas las monedas que lleva en la barriga”. Será eso.
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Les barbaritats de la COPE: la izquierda

“La izquierda que tenemos es Margall, Zapatero, Polanco y Roviretxe, ya que Llamazares no es más que un accidente estrambótico, una excrecencia cubano/soviética, ah... y luego están los anfitriones de los príncipes de Asturias [Nota: Joaquín Sabina invitó a cenar a los príncipes de Asturias a su casa], que de vez en cuando les dan cenas, será por lo de la vaselina...”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (02/03/2005).

“Esto es la basura progre de la izquierda, siempre justificar el terrorismo y echar la culpa al capitalismo”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (11/07/2005).

“Esto de decir que la pobreza es la causa del terrorismo es de señoritos progres de la izquierda que desprecian a los pobres”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (14/07/2005).

“Una política de Franco fue la de salvar judíos durante la II Guerra Mundial, mientras que durante dos años hay un pacto nazi-soviético”

[Extraído de
“Les barbaritats de la COPE”, Álvaro Vioque, Editorial Ara Llibres, Barcelona 2005]

domingo, diciembre 11, 2005

¿Está Eduardo? I


¿Está Eduardo? I

El mes pasado, el Ministro de Industria, José Montilla, le decía a los diputados del PP que el no estaba en política para forrarse. Lo hacía en alusión a una expresión que se le atribuye a Eduardo Zaplana. Para explicarlo, cadenaser.com volvió a publicar la conversación telefónica en la que Zaplana se expresaba así. Realmente no dice “estoy en política para forrarme”, textualmente, sino que se interpreta del final de la conversación, cuando Zaplana explica que necesita ganar mucho dinero para vivir y que por eso trabaja tanto. Aunque no dijera exactamente esa frase, leer la conversación ha sido un descubrimiento para muchos: unos porque no las conocíamos y otros porque no las recordaban. El tono de la conversación, las cosas que se dicen, cómo se las dicen... todo era propio de una película de gángsters y políticos corruptos de Las Vegas. Pero en la
información que ofrecía cadenaser.com no quedaba claro, porque no se desarrollaba, en qué contexto se produjeron estas conversaciones. No quedaba claro quién era Zaplana entonces, quién era la persona con la que estaba hablando, ni por qué no se sancionó a Zalplana, ni qué consecuencias políticas tuvo esa conversación. En Entrelíneas hemos husmeado en la red para enterarnos de todo esto. Pero empecemos por el principio.

A continuación, reproducimos la conversación telefónica que Salvador Palop (S), concejal del PP en Valencia, mantuvo con Eduardo Zaplana (E) el 11 de febrero de 1990. Hemos destacado las partes más interesantes para los que no tienen demasiado tiempo.

MUJER- Sí, dígame.
SALVADOR PALOP- Oye, ¿está Eduardo?
M.- Sí. ¿De parte de quién?
S.- Boro.
M.- ¡Ah, espera un segundín!
(Se pone Eduardo.)
EDUARDO ZAPLANA- Sí.
S.- ¿Qué hacemos el domingo en el despacho?
E.- De entrada te diré que eres un maricón, un hijo puta, un cabrón y de todo.
S.- ¿Por qué?
E.- ¿Eh? Mira: Se está muriendo el padre Juan Francisco, tú lo sabes y no me lo dices. Te vas a Madrid a la presentación de la revista de Fontán. No me llamas para que vaya contigo ( ) Pues macho, me voy el martes. Te pensaba dejar fuera, pero me da pena. Me voy a hacer financiero. Me voy el martes a Sevilla.
S.- ¿A qué?
E.- Voy a ver si hago unas cosas con la Expo.
S.- ¿De qué?
E.- Está ahí Ruidera de jefe.
S.- ¿Pero qué vas a hacer?
E.- ¿Eh?
S.- ¿De qué vas a comprar?
E.- Voy a ver, ahora que han echado a Juan Guerra, a ver si
S.- A ver si
E. - A ver si lo sustituyo.
S. - Pero bueno, ¿pero vas a comprar o vender?
E.- ¿Eh?
S.- ¿Qué vas a vender?
E.- Voy a que Ruidera me explique lo que tengo que hacer. Voy a ponerme a sus ordenes.
S.- Pero explícale... A mí también, ¿eh?
E.- ¿Eh?
S.- Explícale lo mío aquí.
E.- ¿Quieres que te meta en el ajo, eh?
S.- Claro.
E.- Vamos a vender y a comprar, y a hacer de intermediarios.
S.- Claro.
E.- Para ellos.
S.- Claro.
E.- ¿Sabes? Me voy el martes con él, a Sevilla, y el miércoles estoy en Madrid.
S.- ¡Ah, muy bien!
E.- ¿Eh? No paro de viajar.
S.- Yo seguramente estaré el jueves.
E.- ¿El jueves en Madrid? Pero entonces, ¿cómo te van los negocios? Me han dicho que hora eres empresario inmobiliario también. ¿O te dedicas a la construcción?
S.- Sí. Oye, ¿tú tienes ahí alguna S.L. (sociedad limitada) que sobre?
E.- Alguna S.L. que me sobre... Puedo tener una, si.
S.- Pues consigue una S.L.
E.- ¿Sí?
S. - sí.
E.- Pero, ¿por qué no quieres tú constituir una?
S.- No. Por una sencilla razón: porque quiero tener una S. L.
E. - Sí.
S.- Constituida en Alicante...
E.- Sí.
S.- Y que pueda poner... Porque yo ya tengo. Mira las acciones de Torneo (sociedad de gestión).
E.- Sí.
S.- Tengo una de Invalesa.
E.- Sí.
S.- Y tengo la del grupo Futuro Financiero.
E.- Sí.
S.- Y quiero hacer o comprar una sociedad más.
E.- Sí.
S.- ¿Eh? Todas ésas son pequeñitas, de tres o de cuatro. Pero eso se van a hacer muy grandes...
E.- Tú recuerdas que tienes una en Valencia de hace mil años que se llama Publimar, ¿no?
S.- Sí, pero ya no sé ni dónde está.
E.- Que no la hemos liquidado ni nada. ¿Eh?
S.- Claro. Podíamos mover la de Publimar.
E.- Y cualquier día vendrá Hacienda y nos pegará un paquete.
S. - sí.
E.- Por no declarar. Aunque sea negativo. ¿Eh? Yo tengo un par de sociedades aquí que te pueden servir (
...) Yo a lo mejor tengo una agencia en Silla, aparte de en Ondara, y te meto a ti también.
S. - ¿El qué?
E.- ¿Eh? Porque Javier Sánchez Lázaro, el tío éste que está aquí en Benidorm.
S. - sí.
E.- A lo mejor se queda con el solar y hacemos ahí una cosilla, ¿eh? Tú haces de intermediario de la venta, que yo no puedo, y tú pides la comisión a Javier Sánchez Lázaro. ¿Eh? Y luego nos la repartimos bajo mano.
S.- Pero, ¿para venderlo a ... ?
E.- ¿Eh?
S.- Para vender...
E.- Para vendérselo o permutárselo. Da igual porque además le da igual permutar que vender a este tío amigo mío.
S. - Pero si ha cerrado el trato conmigo ya.
E.- Hijo puta. Si comió conmigo el miércoles en Madrid y quedó en hablar con éste.
S.- ¿El miércoles?
E.- El miércoles comimos juntos en Madrid.
S.- ¿Este miércoles?
E.- Sí, este miércoles pasado. ¿No te lo ha dicho?
S.- El martes estuvo conmigo.
E.- Espérate, espérate. Que yo te diga qué día fue. El miércoles
S.- ¿El martes te dijo que había estado conmigo?
E.- Sí, sí, que había estado contigo.
S.- En Valencia
E.- Sí, sí. Que había ido. Y el miércoles
S.- Y el miércoles. ¿Ya me vende?
E.- ¿Eh? Y el miércoles te había vendido ya.
S.- Qué cabrón.
E.- No te puedes fiar.
S.- Lo pagaron a mano.
E.- ¿Eh?
S. - Lo pagaron a mano.
E.- El miércoles comió en Madrid, conmigo. Comimos con Álvarez Cascos.
S. - ¡Que tío, macho
E.- Bueno, oye, si no sales diputado y soy presidente por Valencia te haré diputado por Alicante.
S.- Hombre, eso sí.
E.- ¿Eh?
S.- Eso sí, que tendré que irme por el término de Ondara. Como ahora voy a edificar
E.- Como ahora eres empresario de Ondara, pues sales por La Marina Alta.
S.- ¡Joder!
E.- ¿Eh?
S.- ¡Que tío!
E.- Y nada.
S.- El Bosch, me había vendido. Al día siguiente.
E.- Al día siguiente.
S.- Es que no ha dejado pasar ni veinticuatro horas, ¿eh?
E.- Nada, no habías llegado porque fue al mediodía... Fue a las dos de la tarde.
S.- Joder, qué tío. Ahora le voy a decir... Entonces... ¿Ha dicho que el Sánchez va a hacerlo o va a ver el solar?
E.- Sí. Si le interesa, ¿eh?, en vez de hacer la negociación el Bosch, la haces tú.
S.- Hombre claro, porque no tiene ni puta idea.
E.- Tú como si lo tuvieras ya eso adjudicado, ¿no?
S. - sí.
E.- Y entonces le dices, bueno yo una comisioncita. Le pides dos millones de pelas o tres de lo que quieras...
S.- Bueno, le pido más...
E.- ¿Eh? Lo que te dé y me das la mitad bajo mano.
S.- Pues si tenemos que repartir, joder...
E.- Y yo le digo: págale el contrato a este chico que...
S.- Si tenemos que repartir, macho... Tenemos que pedirle un poco más.
E.- Claro, un poquito más. Yo es que no sé ni lo que vale el solar ni nada.
S. - Yo se lo explicaré.
E.- ¿Eh? Ya se lo explicarás tú y le sacas la pasta. Y te contaré, mantén en secreto lo de Sevilla, ¿eh? El miércoles me llamas y te cuento lo de Sevilla.
S.- Bueno, claro que sí.
E.- Me voy a que me lo expliques. A ver cómo puedo... Voy con un planteamiento fácil. Me sentaré a comer con él y le diré a ver cómo puedo rascar yo aquí.
S.- Claro.
E.- Así, pura y simplemente. ¿Eh? Que me dé diversas opciones y me quedo con la más fácil. Pero me tengo que hacer rico porque estoy arruinado, Boro.
S.- ¿Sí, cómo ha sido eso? Estás trabajando como un cabrón.
E.- Estoy trabajando mucho, pero estoy arruinado. S.¿Y eso?
E.- Me lo gasto todo en política. No ves que no tengo sueldo como tú. Que cobras de lo que trabajamos todos los españoles.
S.- Claro.
E.- Pues eso es lo que pasa. ¡Ay ... !, tengo que ganar mucho dinero, me hace falta mucho dinero para vivir. Ahora me tengo que comprar un coche. ¿Te gusta el Vectra 16 válvulas?

(Continúa una conversación sobre asuntos que no tienen que ver con el caso)

¿Verdad que no tenía desperdicio? En la próxima actualización de Entrelíneas, nos contestaremos a todas esas preguntas que tenemos después de leer esto. Respuestas que nos expliquen bien la historia. Una historia de película que derivó en el llamado "caso Naseiro" y que ya es conocida. Pero redescubrirla y acercarnos fijándonos en cosas silenciadas nos hace llevarnos las manos a la cabeza y repensar los personajes políticos que vemos todos los días en televisión más de 15 años después.

. . .
Les barbaritats de la COPE: ZP

“Y ayer, y esto pertenece a la sección de sucesos, oímos a ZP hablar francés, qué barbaridad, qué injusta es la vida y qué decadente la enseñanza”.
La mañana, Federico Jiménez Losantos (02/03/2005).
Nota: Segundos antes habían alabado la fuerza de voluntad de José María Aznar y lo rápdo que había aprendido inglés.

“El señor que está en el Gobierno por manipular el mayor atentado de nuestra historia y utilizarlo contra el gobierno anterior”
La linterna (13/12/2004).

“Zapatero está en manos de ETA, y ETA le dice: o firmas esto o decimos que nosotros participamos en el atentado del 11 de marzo con los marroquíes, y claro Zapatero está atado de pies y manos”
La mañana (03/06/2004).

“Zapatero se ha marcado como objetivo de su legislatura pactar con la ETA contra el PP y contra las víctimas del terrorismo”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (06/06/2005).

“Y Zapatero lo que ha decidido es que los españoles no nos enteremos de quién dio la orden de matar el 11 de marzo, quizás porque lo supo él antes que nadie”
La mañana, Federico Jiménez Losantos (30/03/2005).
Nota: Respecto al hecho de que el PSOE investiga poco la autoría de los atentados del 11-M.

[Extraído de
“Les barbaritats de la COPE”, Álvaro Vioque, Ed. Ara Llibres, Barcelona 2005]

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